Romana

ROMANA

Se trata de una raza de paloma cuyo origen exacto resulta prácticamente imposible de determinar, pero acerca de la cual se tiene la certeza de que era criada en cautiverio en tiempos del Imperio Romano. No obstante el prefeccionamiento y estandarización de esta raza tuvo lugar en Francia, donde además de ser muy popular se crian los ejemplares de mayor calidad.

La paloma romana constituye la gigante de la especie, se trata de un animal muy corpulento, realmente imponente, con el cuerpo horizontal y la cola larga. Su cuerpo es derecho, de porte horizontal, mide desde la punta del pico hasta el extremo de la cola alrededor de 55 centímetros, pesa normalteme entre 900 y 1300 gramos. El pico es grueso, de longitud media y ligeramente arqueado, con las carúnculas bien desarrolladas y lisas. La cabeza es fuerte, ancha, de perfil convexo tan ancha delante como detrás. Los ojos son de color perla o bien blancos, siempre de gran tamaño y con los párpados bastante pronunciados. El cuello es largo y robusto pero corto. El pecho es ancho, plano y abundantemente cubierto de plumas. El dorso es muy ancho y se mantiene por igual en toda su longitud. Las alas son largas y llegan hasta la cola pero sin cruzarse, la envergadura de estas palomas es de aproximadamente 110-120 centímetros. La cola es de unos 20 centímetros de longitud y de unos 10 centímentros de ancho, posee al menos 12 plumas; con el porte de la cola a unos 10 centímentros del suelo. Los muslos se encuentran cubiertos con las plumas del pecho, son distantes entre sí y muy robustos. Los tarsos son fuertes, descalzos y de color carmín. Las uñas son negras en variedades azules o negras y blancos-rosadas en el resto de las otras varidades.

En cuanto al color de las romanas existen unas ocho variedades, pero las más apreciadas entre los aficionados son la azul o ceniza, la piedra clara o rojas, la amarillo isabela, las negras con colores vrillantes y uniformes, el marrón chocolate o de cuero, las grises salpicadas de negro y las blancas.