La Colombicultura del Siglo XXI

LA COLOMBICULTURA DEL SIGLO XXI

 

La colombicultura, es decir, la cría de paloma por su utilidad o por simple hobby se lleva desarrollando desde tiempos inmemoriales, pues no en vano, existen razas tales como las Damacenas a las que se les atribuye una antigüedad de 3.000 años, y como es lógico antes de comenzar a seleccionar genéticamente, el ser humano ya era colombicultor, pues seguramente ya en la prehistoria hombres y palomas compartían farallones rocosos para resguardarse de los elementos y de los enemigos y es posible que de esta proximidad surgiese una relación que diese lugar al primer colombicultor.

Pero fuese como fuese, lo que es evidente es que por algún motivo casi irracional, muchas personas sentimos un verdadero placer en la cría de palomas, ya esa esta por simple hobby, por sus capacidades culinarias, por su poder de orientación y deportivo, como en el caso de las mensajeras, por sus dotes de seducción, de conquista a la hembra,  como sucede en el caso de los buchones y palomas de pica, o por la simple contemplación y mejora de la raza como pasa en el caso de las palomas de exposición, de fantasía, ornamentes o belleza.

Una cosa que es evidente y no tiene discusión alguna es que desde los principios de la colombicultura hasta el momento presente muchas cosas han cambiado, e incluso han cambiado en el último siglo.

Por ello, y atendiendo a la máxima Darwinista de que todo lo que no evoluciona se extingue, la colombicultura ha evolucionado y por eso yo practico la colombicultura del siglo XXI, muy alejada de esos tiempos en los que las palomas se mantenían sueltas, a su libre albedrío, aportándoles si acaso de vez en cuando algunos granos para que no abandonasen la querencia que ya de por si toda paloma tiene hacia su palomar.

Y ¿como es la colombicultura del siglo XXI que se practica en mi palomar? Para empezar, las palomas viven en unas instalaciones pensadas tanto para su confort como para el mío. Cada paloma, cada pareja cuenta con un espacio vital propio en el que encontrarse a gusto, para que pueda vivir en un ambiente relajado, agradable, cómodo y muy higiénico, tanto para ella como para mi, de esta forma, los dos, paloma y colombicultor podremos obtener una buena calidad de vida, cosa que se reflejara posteriormente en la cría, la salud y el bienestar de los ejemplares que en el palomar habitan.

Dos veces al año, antes de comenzar la época de cría y una vez finalizada esta, se realizan tratamientos preventivos contra parásitos, tanto internos como externos; se administran, también en dosis preventivas tratamientos contra coccidios, tricomonas y salmonelas,  para finalmente vacunar a todos los ejemplares contra virus patógenos tales como el Newcastel.

La alimentación así mismo está en consonancia con los tiempos que corren, muy lejos de aquellos en que a las palomas se la mantenía con uno dos o a los sumo tres granos, que normalmente eran cebada, maíz y trigo como mucho. Hoy en día, casas comerciales especializadas ponen en el mercado preparados especialmente diseñados para cada época del año (cría, muda, invierno, pichones, etc.), pero que como todo genérico es generalista, por lo que debe ser adatado a las circunstancias específicas del palomar, de la paloma y del momento, ya que si bien estos preparados comerciales exhiben una variedad de granos que es imposible encontrar en el mercado por separado, siendo por ello muy recomendables, ya que además de variedad aportan todo tipo de nutrientes a la dieta de la paloma, no debemos dejar de tener en cuenta que las circunstancia estacionales, el tipo de paloma, la raza o variedad, su edad y la utilidad que le queramos dar obliga al buen colombicultor a realizar ligeras modificaciones en la mixtura estándar comercial, ya que no se puede ni se debe alimentar de igual forma a un reproductor en plena actividad, a una paloma viajera en época de concurso o a pichón en desarrollo por poner solamente algunos ejemplos.

En un palomar del siglo XXI nunca pueden faltarles a las palomas los grits, los vitaminerales ni por supuesto un baño semanal.

Mi concepto de  colombofilia del siglo XXI ya no es pues tan intuitiva como la practicada anteriormente, pues se fundamente, además de en la necesaria e imprescindible experiencia, en el estudio de nuevos métodos, nuevos tratamiento, en un conocimiento de los mecanismos que rigen los alimentos que se aportan en el palomar, para utilizar adecuadamente los cereales, leguminosos, oleaginosos y otros complementos dietéticos adecuadamente para conseguir unas palomas más bonitas, con mejor calidad de pluma, un desarrollo y crecimiento adecuado y en definitiva una perfecta salud que se refleje directamente en los resultados obtenidos en los concursos, las exposiciones o la mera contemplación del ejemplar en su palomar. 

 

                         César González